Blogia
Tata

Estamos divididos.

NUESTRA VIDA ESTA DIVIDIDA EN LO QUE TENDRÍAMOS QUE HACER Y EN LO QUE QUEREMOS HACER, NUESTROS SENTIDOS.
Si hacemos enteramente lo que tendríamos que hacer seríamos demasiado rectos y nuestros sentidos querrían salir al exterior para satisfacernos, porque nosotros se lo pedimos. Y si hacemos solo lo que querríamos hacer seríamos demasiado libres y el exceso de libertad es malo, nos hace ser diferentes y actuar de maneras irresponsables (según lo que diría la parte de lo que tendríamos que hacer), por eso, como decía Aristoteles, la virtud están en el punto medio, pero ¿cómo llegar hasta él?
Creo que en nuestra vida deberíamos haber probado los dos extremos, pero los dos extremos muy profundamente: si hacemos lo que tendríamos que hacer tenemos que haberlo experimentado muy profundamente, siendo muy rectos y cumpliendo todas las normas, pero si sobrepasamos un tiempo x, la parte de lo que querríamos hacer desaparecerá y sin darnos cuenta nos habremos convertido en hombres y mujeres rectos, serios y nada divertidos, por eso hay que primero, saber cual es el punto exacto para no caer en ninguno de los dos extremos, ya que si, por otra parte, hacemos lo que querríamos hacer y nos transformamos al otro extremo viviríamos libremente, sin prejuicios, dándonos igual todo, revalorizando nuestra lista de valores y dando prioridad a nostros mismo, nos volveríamos egoístas pero sin maldad, sólo pensando en el bien de uno mismo y en su divertimento, por eso el extremo es malo, romperíamos todos las reglas lógicas que tiene el ser humano y nos convertiríamos en un ser egoísta, y completamente libre, cosa no favorable para la humanidad. Dejaríamos nuestra vida al son de nuestros sentidos sin que nos importe si lo que hacemos lo hacemo para un bien o para un mal y a la larga nos daremos cuenta de que nos equivocamos de extremo. Por eso, repito, primero de todo, hay que buscar el tiempo exacto para probar los dos extremos, hay que buscar la manera de que no nos pasemos de la raya para así, probar un poco los dos extremos. Cuando hayamos sabido exactamente que son los dos extremos sabremos con exactitud el límite de las dos partes y nos habremos encontrado con nosotros mismos, habremos sabido quienes somos, porque estamos aquí y a dónde vamos, seremos libres según la humanidad y según nuestros sentidos, porque habremos podido compaginar el deber con el placer sin tener ganas de hacer una cosa antes que la otra o sin tener los remordimientos de conciencia, habremos llegado a la vida máxima, habremos conseguido subir a la cima de la perfección, no habremos convertido en el ser más perfecto de la humanidad. Pero para llegar a eso, se necesita muy tiempo... o quizas no. Quien sepa darme con exactitud lo que me turba será el guia y será la persona que deba estar en nuestras mentes constantemente, pero el único requisito que tendrá esta persona es que sea un ser real, una persona de carne y hueso, una persona que haya sabido qué son los dos extremos y los haya experimentado, una persona que sepa qué sienten los demas pues él lo ha vivido. Eso es la perfección y está al alcance de cada uno de nosotros, pero primero tenemos que experimentar y pensar, como decía Descartes, primero pienso y luego existo.

1 comentario

Hechi -

Lo que tendría que hacer: irme a dormir (es muy tarde)
Lo que quiero hacer: felicitarte por tu artículo.