Son un tipo de personas que al principio caen muy bien. Hablan y hablan y rehablan. Nos cuentan sus historias, y nos las vuelven a contar. Te ries e incluso les preguntas y ellas se emocionan y no paran de explicar cosas y más cosas.
Pero llega un momento en que ya no puedes más. Estas en clase, intanto escuchar a un profesor que tiene la bragueta medio bajada y que te habla de algo del rol familiar, y ella esta allí a tu lado, pegada a tu oreja como el loro del pirata, contándote que su tio es cura en un monasterio en una montaña por Vic y que es muy dura su vida. Y de pronto, cuando el profesor se aleja para preguntar algo a alguien ella sube el tono de su voz y venga a darle al múscuro de la lengua... y claro, yo no puedo decirle que se calle, así que, con la delicadeza que me caracteriza, miro a los apuntes y dejo plasmada en mi cara una leve sonrisa, para que ella entienda que la escucho pero sin mucho interés y también pueda seguir mirando al profesor (no a su bragueta) y éste no tema que me estoy riendo de él.
No hace gracia... es difícil aguantar un loro en el hombro y mantener una sonrisa en la cara durante una hora y media... ¡au!... ahora tengo agujetas en la cara...
Pero llega un momento en que ya no puedes más. Estas en clase, intanto escuchar a un profesor que tiene la bragueta medio bajada y que te habla de algo del rol familiar, y ella esta allí a tu lado, pegada a tu oreja como el loro del pirata, contándote que su tio es cura en un monasterio en una montaña por Vic y que es muy dura su vida. Y de pronto, cuando el profesor se aleja para preguntar algo a alguien ella sube el tono de su voz y venga a darle al múscuro de la lengua... y claro, yo no puedo decirle que se calle, así que, con la delicadeza que me caracteriza, miro a los apuntes y dejo plasmada en mi cara una leve sonrisa, para que ella entienda que la escucho pero sin mucho interés y también pueda seguir mirando al profesor (no a su bragueta) y éste no tema que me estoy riendo de él.
No hace gracia... es difícil aguantar un loro en el hombro y mantener una sonrisa en la cara durante una hora y media... ¡au!... ahora tengo agujetas en la cara...
3 comentarios
Tata -
Me encantan tus enigmáticos mensajes.
Muchas gracias
covi -
R -
Yo no podría hacerlo con la misma delicadeza que tu, a mi se me notaría.Envidio tu delicadeza y diplomacia.
Besos y paciencia.